Dos hermanos como dos gotas de agua

Lo más importante a la hora de crear un espacio personal abierto de cara al público, es dejar claro qué vas a ofrecer en todo momento, cómo y por qué. Nuestra principal intención es crear un sitio donde la gente esté a gusto y sepa qué va a encontrar aquí, pero claro, antes de nada tendrán que conocer un poquito sobre nosotros. La idea surgió de nuestro papá, quien fue reportero para el periódico y siempre luchó por llevar la verdad a los medios comunicativos.

Los autores de este blog somos dos hermanos gemelos, nacidos y crecidos en la ciudad de Cochabamba. Nuestros nombres son Roberto y Carlos, ambos de apellido Martínez. Nos educamos en un colegio religioso y desde pequeños siempre andábamos juntos, con las mismas compañías, en el mismo equipo de fútbol, a la misma escuela de música… Los estereotipos de los gemelos suelen ser bastante cercanos a la realidad y, en nuestro caso, creo que sí que existe un vínculo especial e invisible que siempre nos ha unido, más allá del parentesco fraternal.

Nuestro padre siempre nos decía que éramos como dos gotas de agua, que a pesar de que todo el mundo las vea con la misma forma, no existen dos iguales. El hecho de haber estado juntos siempre, quizá provocó que nuestra separación fuese algo difícil, a los seis años nos separaron en la escuela, hasta entonces siempre fuimos a la misma clase, pero más adelante tendríamos que ocupar profesiones y sueños distintos.

Uno de nosotros, Roberto, comenzó a estudiar medicina, al igual que nuestro abuelo, y el otro, Carlos, se decantó por la abogacía. Dentro del mundo de la medicina, Roberto todavía continúa estudiando y Carlos termino la carrera universitaria y comenzó a estudiar cosas más específicas. Elegimos caminos diferentes al de nuestro padre, no cabe duda, pero lo hicimos porque nuestra familia nos brindó la posibilidad gracias a su esfuerzo y apoyo.

Un proyecto basado en el trabajo de toda una vida

Nuestro padre siempre se mostró orgulloso de lo aplicados y estudiosos que eran sus gemelitos, pero también es cierto que él era un reportero vocacional, su oficio siempre le encantó y no lo habría cambiado por nada del mundo.

Es por esa misma razón por la que se ocupó de informar al máximo de sus posibilidades al mundo entero de la actualidad y de las novedades que eran tan necesarias durante estos últimos años de la historia. Es por ello por lo que acabó dejándonos con una sonrisa en los labios, al igual que muchas otras víctimas de la pandemia que nos han abandonado en este periodo. Pero, desde luego, es gracias a él y en su honor esta iniciativa que ha resultado en un proyecto informativo que pretendemos que llegue al mayor número de personas posible.

No pretendemos hacer otra cosa que la que él hizo durante toda su vida, informar de forma clara, verídica y precisa a quien quiera que disfrute de conocer los hechos que ocurren en su país. Por supuesto, no somos profesionales en el ámbito de la información, pero tenemos al mejor referente y todos sus estudios en casa, por no hablar de que llevamos la profesión en los genes.